Descripción
“Araticú: Una fruta que no era para cualquiera”
Había que saber trepar para comer las mas ricas, había que saber mirar en el monte para encontrar las maduras, había que tener paciencia para chupar sus semillas una por una.
Araticú, árbol solitario de flor perfumada que daba para jugar al “helicóptero” con ella o hacer collares enhebrando un hilo robado a mama de su lata costurera. Flor que nos anunciaba que en un tiempo cercano había que volver por ahí para ir a buscar sus frutos llenos de escamas amarillas.
Araticú merienda de temporada, fruta inolvidable de mi niñez.
